El triunfo del Sporting sobre el Racing y el empate del Girona frente al Zaragoza son resultados que revalorizan las ilusiones de la parroquia rojiblanca. De momento, el conjunto catalán tiene una diferencia de dos goles en empate global, ventaja que será preciso contrarrestar en las cuatro últimas jornadas.
El equipo gijonés pasó algunos apuros frente a los cántabros, pero era esperado, porque en esta categoría nadie da facilidades. Es preciso afrontar los encuentros al 100% de motivación y concentración, pero 0% de nerviosismo. Esa puede ser la clave.
La jornada fue favorable, pro el empate del Girona, la derrota del Valladolid y también por las victorias del Alavés y el Llagostera, ambo a domicilio, porque acechan al Zaragoza en la sexta plaza del play off. Ambos son los rivales próximos del Girona, por lo que deberán afrontar sus partidos como auténticas finales.
De momento se sabe que es necesario ganar los cuatro partidos que faltan, aunque es mejor echar cuentas jornada a jornada. El primer escollo es Alcorcón, un campo extraño, con la necesidad de vencer a un rival rocoso, aunque la trayectoria de los alcorconeros no es muy sólida en su campo. Es más fructífera a domicilio. En cualquier caso, las estadísticas son teorías que nada tienen que ver en la práctica.
La lucha por el ascenso directo, con el Betis lanzado, parece reducida a las opciones de Sporting y Girona, ya que el Valladolid y Las Palmas, que parecían más expertos y sólidos en los pronósticos de favoritos, están distanciados a seis puntos, una ventaja demasiado importante con doce en juego.
Se pueden establecer muchas cábalas, hacer cálculos, sacar consecuencias y valorar situaciones, pero lo único real es que el miércoles, en Alcorcón, el Sporting necesita ganar. Es la única cuenta que ahora vale en una semana que no será decisiva, pero sí importante.