El Sporting inicia una concentración de una semana, con la convivencia como principal objetivo de Sandoval. Segovia es el destino elegido para correr por unos pinares y celebrar sesiones en un campo que está en un estado regular, sobre todo en comparación con los de Mareo, y con una meteorología menos recomendable que la habitual de Gijón.
La propuesta aceptada por el consejo de administración resultó sorprendente y contradictoria, ya que desde un principio se condicionó a que no hubiera gastos. Sin embargo, el coste existe, con unas cantidades que hay que pagar en una época en la que las deudas son abrumadoras.
La concentración de Segovia tampoco agrada en el vestuario. Cambiar el paraíso de Mareo por el calor sofocante y los riesgos de tormentas de Segovia no es algo que se entienda. Tal vez el míster lo explique detalladamente en las primeras charlas de la concentración, que se asemeja más a unos ejercicios espirituales en un retiro lejano.
La semana se presenta en el Sporting con novedades de relevancia, dentro de una organización deficientemente organizada. En los próximos días se presentará a Fernando Losada junior como asesor externo, previo nombramiento oficial en una reunión de consejeros, y al delantero Scepovic, pendientes de otras llegadas y salidas. José Luis Rubiera, como jefe de prensa, está en la expedición en la concentración de Segovia, para atender todo el poderío informativo que genera el primer equipo del Sporting. El director de comunicación, principal responsable de esta parcela, se fue de vacaciones, precisamente la semana en la que hace falta una persona para organizar este tipo de actos. Tal vez las cosas salgan mejor, lo que demostrará, una vez más, el lujo de un puesto innecesario, pero protegido por los dueños, en una época de ajustes.
En esto del fútbol, lo que más importa es que el balón entre. Si es así, hasta los desatinos son un acierto.