La tercera jornada le dejó un ingrato sabor al Sporting. Los rojiblancos inquietaron con alguna contundencia al Valencia, un rival de Champions, con internacionales y jugadores de un gran nivel. Sin embargo, además de la falta de acierto de los atacantes sportinguistas y del gran partido realizado por el portero valencianista, los chicos de Nuno Espíritu Santo necesitaron un gramo de suerte, lo que fue determinante para que la victoria viajara a la ciudad del Turia.
El resultado final tuvo una imagen de crueldad, al decidirse el partido en el primer minuto del tiempo de prolongación, en un jugada con dosis de suerte en los rebotes, además de haber sido una de las pocas ocasiones en la que la zaga gijonesa se vio descompensada, por exceso de precipitación, que a veces se transforma en ansiedad. Con anterioridad, las jugadas más claras para haber marcado fueron de los rojiblancos, quienes hicieron internacional a Jaume Domenech, renovado por cuatro años al regreso a su casa.
La imagen del equipo de Abelardo fue notable, con intensidad en el juego, si bien no fue tan preciso como en la visita el del Real Madrid. El centro del campo tuvo algunos altibajos, por la superioridad numérica de los visitantes. Parejo, Javi Fuego y Enzo Pérez impusieron un trabajo en el que solo Sergio se dejaba notar, multiplicándose por necesidades de servicio, ya que Mascarell no destaca en la contención y Halilovic presionaba poco la salida del balón en la zona de Javi Fuego. La ausencia de Nacho Cases se dejó notar, pero parece que a Abelardo le gusta más Mascarell. En el club se rechaza que la presencia del tinerfeño en las alineaciones se deba a alguna cláusula de penalización en la cesión del Real Madrid.
El encuentro ante el Valencia es historia y ya sólo sirve para sacar conclusiones, con el objetivo de no repetir errores. Ahora, el punto de mira ya está en el Deportivo, al que siguió en Vallecas el director deportivo rojiblanco Juan Nicolás Rodríguez. El conjunto coruñés afrontará el encuentro del domingo en Riazor sin conocer la derrota y con un ataque a tener en muy en cuenta, con Lucas Vázquez como una de las principales referencias de remate, además de contar con buenos artilleros y rematadores, como Celso Borges Luis Alberto.
El objetivo rojiblanco es puntuar en Riazor, para tener cierta ventaja con los puestos de descenso, pero conscientes de que será un campaña de sufrimiento. La agria experiencia del pasado sábado se maquilla con un buen resultado en A Coruña.