El empate logrado por el Sporting en Anoeta mantiene un nivel de euforia controlada en el club gijonés y su entorno. El sistema defensivo volvió a ser eficiente, sin recibir goles, lo que es una garantía para andar por Primera División.
Convendría no olvidar que en el partido frente a La Real Sociedad, se apreciaron algunas lagunas, provocadas, principalmente, por problemas aislados de pérdidas de balón sin la debida concentración para recuperarlo. Ese defecto no es nuevo en la plantilla rojiblanca, por lo que Abelardo, que pilló algún enfado en el partido de Anoeta, se encargará de matizarlo, entrenarlo y corregirlo. De momento, la imagen del equipo gijonés es sobresaliente en el aspecto defensivo, pero su vanguardia es casi inofensiva. El conjunto rojiblanco no se distingue por tener en sus filas jugadores de una relevante eficacia. En estos casos, vale que la tenga el conjunto, como en la pasada campaña, en la que la relación de goleadores se apreció que los tantos estaban bastante repartidos.
Los nuevos dejaron un aceptable sabor de boca, pero se espera un mejor rendimiento en los tres fichajes realizados por el Sporting. Sanabria es un delantero que maneja bien el balón, pero parece algo lento de ideas. En principio es una incógnita, si bien tiene a su favor que necesita superar una inactividad de casi un año y medio en partidos oficiales. En San Sebastián no hizo mucho y acabó los 90 minutos sin tirar a portería. Un delantero centro tiene una misión clara.Parece que le van a venir mejor los partidos de casa.
En Anoeta debutó Mascarell, otro jugador de calidad, pero con más miras ofensivas. Su entrada en el campo es otro dilema para Abelardo. En San Sebastián suplió a Sergio, para evitar riesgos con una segunda tarjeta, pero ahora no es mejor que el avilesino o Nacho Cases. Ante los donostiarras manejó bien el balón, pero con una participación escasa. Hay que verlo más,sobre todo en casa.
También ante la Real tuvo su bautismo de rojiblanco el croata Halilovic. Se dejó notar, pero sólo con pinceladas, en un partido en el que el ataque gijonés apenas se notó. En cualquier caso, está llamado a ser el jugador estrella del Sporting.
Vista la marcha del Sporting y también después de haber observado a otros rivales que están llamados a luchar por la permanencia, aunque hicieron inversiones en fichajes, hay fundadas esperanzas en que el objetivo de los gijoneses de mantener la categoría está bien fundado. El equipo rojiblanco tiene un dispositivo sólido, bien trabajado, en el que aplica intensidad y agresividad, por lo que resulta difícil que le creen ocasiones de gol. El estilo de Abelardo es bueno y está demostrado que es la línea a seguir.