El triunfo del Sporting en Butarque fue lo más destacado de un partido en el que era muy complicado intentar jugar al fútbol. El terreno de juego del campo del Leganés estaba imposible para poder dar tres pases seguidos. Sin embargo, la lectura hecha por los rojiblancos fue casi perfecta.
El Sporting hizo un partido práctico, que era lo prioritario para ganar. ¿Qué se jugó mal? Más que jugar mal, no se jugó. No se podía. El terreno de juego no estaba en un estado adecuado para jugar. Ni siquiera en la zona del ataque ‘pepinero’ del segundo tiempo, que fue regado en el descanso, para poder disponer de una parcela en la que corriera más el balón. La triquiñuela no les dio resultado que esperaban.
El conjunto de Abelardo supo aprovechar la ventaja en el marcador a los doce minutos y luego se vio obligado a utilizar el ‘despeja como puedas’. El objetivo se cumplió, con una buena interpretación del guión del partido.
En el fútbol, el primer espectáculo es ganar. Luego, si se puede hace encaje de bolillos, mucho mejor. En estos momentos, lo importante es que el Sporting está en posición de ascenso directo, aunque las distancias son todavía muy escasas, con trece confrontaciones pendientes de disputar y en las que se decidirán las posiciones finales. De momento es tiempo para disfrutar de un buen momento, antes de empezar a pensar en la visita del Recreativo.