Acabo de leer el informe de José Antonio Redondo sobre el Villarreal con vistas a la visita del Sporting a El Madrigal. No cabe duda de que es uno de los equipos con más potencial, sin disculpa para no lograr el ascenso directo. Es un equipo compacto, con jugadores de calidad de Primera División, pese a que la lista de futbolistas que se fueron es amplia y con una calidad superior todavía.
Sobre el papel, el conjunto villarrealense es favorito, sin discusión, para el encuentro del domingo, pero una cosa es la teoría y otra, la práctica. El Sporting se gustó ante el Girona, que en la clasificación sigue por encima del Villarreal. Tal vez no sea un dato significativo, pero es real. Si los rojiblancos dan en El Madrigal la imagen del pasado domingo, habrá opciones de sumar algo positivo. Si ofrecen la que se vio en Alcorcón, se dependerá en exceso de Cuéllar y de una amplia corte celestial.
El Sporting tiene ahora tres partidos que pueden ser clave en el futuro de la temporada. El Villarreal y el Almería en sus respectivos campos asustan, lo mismo que el Barcelona B en sus salidas. Resolver con éxitos estos compromisos, para poder mantener una distancia prudencia con el play off, es la única opción de mantener el sueño. Si no es así, toca mirar para abajo. En cualquier caso, es más positivo ver la botella medio llena. A verla vacía habrá tiempo.